El Edge 30 Ultra es la culminación de un largo camino por volver a la gama más alta de los smartphones, a tener un flagship. Sus predecesores, el Edge 20 Pro y el Edge 30 Pro , eran propuestas interesantes, pero con el Ultra, Motorola cumple todos los requisitos de lo que esperamos de un auténtico buque insignia.

La pregunta es: ¿vale la pena el flagship de Motorola frente a sus contrincantes?

Lector de huellas en pantalla, desbloqueo facial

TurboPower 125 W, inalámbrica 50 W, inversa 10 W

6,67 pulgadas, 144 Hz (360 Hz respuesta táctil)

pOLED HDR10+ 10 bits, 1250 nits pico

Gorilla Glass 5 (cristal delantero y trasero)

200 MP 1/1,22" f/1,9 OIS, f/1,9

8K UHD (30 fps), 4K UHD (60 fps), 4K UHD HDR10+ (30 fps), FHD (960 fps cámara lenta)

Bluetooth 5.2, NFC, Wi-Fi 6E, Dual SIM, 5G

It's a camera. For your car. The Ring Car Cam's dual-facing HD cameras capture activity in and around your car in HD detail.

Comenzando por su look, el Motorola Edge 30 Ultra mantiene la línea de diseño que hemos visto en los últimos integrantes de la serie “Moto Edge”, el Edge 30 Neo y el Edge 30 Fusion. No se siente demasiado grande ni pesado a pesar de la pantalla de 6,67 pulgadas. Su pantalla es ligeramente curva en los bordes, pero no demasiado: el gesto de ir atrás y adelante es más cómodo gracias a esta curvatura, y no hemos detectado problemas de toques fantasmas. Su parte trasera tiene un acabado que, dependiendo cómo le dé la luz, brilla un poco, pero si no es de color plano, casi mate. Afortunadamente, las huellas de los dedos no quedan marcadas al tocarlo, como sí sucedía en otros modelos anteriores de Moto. Lo que más llama la atención de la parte trasera es el módulo de cámara, protagonizado por un gigantesco sensor de 200 MP con una lente notablemente más grande que el resto.

En la parte frontal lleva un panel de tipo p-OLED con una tasa de refresco sobresaliente de hasta 144 Hz, una resolución de 2400x1080 píxeles y un brillo máximo de 1250 nits. Es en el brillo justamente donde se queda un poco corto; se ve lo suficientemente bien bajo la luz del sol, pero si lo comparamos con otros flagships, su brillo es notablemente inferior. No obstante, tanto los colores como la (de nuevo) sobresaliente tasa de refresco del panel, hacen que jugar o consumir contenido sea una grata experiencia.

Además de su leve curvatura en los bordes, el panel tiene un pequeño agujero donde se ubica la cámara frontal. En los laterales del teléfono se encuentran tres botones físicos (encendido y volumen), que tomando en cuenta el tamaño del teléfono, preferiríamos que estuvieran ubicados un poco más abajo. No tiene puerto de auriculares, como ya es costumbre en la mayoría de smartphones hoy en día (sobre todo en la gama alta), pero sí tiene un sistema de altavoces estéreo que suena sorprendentemente bien.

El teléfono incluye en su interior uno de los procesadores más potentes del mercado, el Snapdragon 8+ Gen 1 de Qualcomm, acompañado de 12 GB de memoria RAM, con los gráficos a cargo de la GPU Adreno 730 y un almacenamiento de entre 256 GB y 512 GB, dependiendo del modelo. Todo esto suena muy bien, ¿pero qué puedes hacer con él?

Bueno, hay poco que no puedas hacer. ¿Multitarea? Sin problema, el Edge 30 Ultra puede manejar varias apps funcionando en segundo plano o a pantalla dividida con agilidad, y saltar de una aplicación a otra de forma muy fluida. El sistema operativo Android 12 (que Motorola promete actualizar a Android 13) tiene un sabor casi completamente puro, con los añadidos mínimos de My UX (como los gestos típicos de Motorola), y sinceramente, una de las mejores decisiones que sigue tomando Moto es la de usar un Android limpio.

El Edge 30 Ultra puede ejecutar cualquier juego configurado en alta calidad gráfica con unos cuadros por segundo estables. Las pruebas típicas hoy en día incluyen Call of Duty Mobile, el cual pudimos jugar en alta con mucha fluidez, y por supuesto, el tan querido Genshin Impact, con el cual el Edge 30 Ultra no tuvo ningún problema, más que un pequeño hipo de cuadros por segundo aquí o allá, cosa que puede suceder en cualquier teléfono y depende de varios factores, no solo de la potencia gráfica. Pero no jueguen al Genshin en la calidad gráfica más alta en el Edge 30 Ultra, ni en ningún teléfono, a menos que quieran devorar la batería por completo.

Jugando títulos exigentes se puede calentar un poco en su parte trasera; nada fuera de lo común, pero es algo a tener en cuenta si, como una de las dos personas que escribe este análisis, actualmente te encuentras atravesando un caluroso y húmedo verano con temperaturas promedios de entre 33 y 38 grados. El Edge 30 Ultra también tiene un “modo de juego” que resulta útil para controlar algunas funciones mientras jugamos y desactivar notificaciones.

El Edge 30 Ultra incluye en la caja un cargador enorme, con una potencia de 125 W, que ofrece resultados excelentes en tiempos de carga. En nuestras pruebas pudimos cargar el teléfono de 0 a 100% en unos 18 minutos. Su batería es de 4610 mAh, y en general suele durar todo el día fácilmente (a menos que estemos demasiado enganchados con el Genshin Impact). Pero si de casualidad necesitas recargar la batería antes de llegar a casa, solo hará falta conectarlo unos 5 o 7 minutos para obtener varias horas de autonomía.

La edición que probamos también incluye un cargador inalámbrico de 50 W, que es tan grande y rápido que tiene su propio sistema de ventilación. En este caso, las pruebas de carga de 0 a 100% resultaron en tiempos de 45 a 52 minutos, que tratándose de carga inalámbrica es muy, muy rápido. El teléfono se calienta un poco cuando está cargando mediante cable, pero hasta una temperatura razonable. En la carga inalámbrica, la temperatura tampoco me llamó la atención.

Todos los fabricantes necesitan un tiempo para ajustar el procesado de sus cámaras cuando estrenan un nuevo sensor. Le pasó a Google cuando abandonó su sensor estrella de 12 MP para dar el salto a los 50 MP con el Pixel 6. Le está pasando a Apple con el iPhone 14 Pro de 48 MP tras años de refinamiento usando con sensores de 12 MP.

El Motorola Edge 30 Ultra es uno de los primeros teléfonos con una cámara principal de 200 MP. El sensor ISOCELL HP1 de Samsung es una bestia de 1/1.22" que llega bien acompañada de una lente f/1,95 con estabilización óptica. Por defecto, no hace fotos de 200 MP, sino que agrupa 16 píxeles en 1 para conseguir imágenes más definidas y luminosas a un tamaño de 12,5 MP. También tiene un modo de resolución completa que puede ser útil para conseguir más detalle, pero está escondido en la última pestaña de la aplicación de cámara, y tarda un poco en hacer la foto.

Esta cámara es de esas que todavía está en fase de refinamiento. Capaz de asombrarte con el detalle de un paisaje en HDR o el balance de blancos perfecto de una foto nocturna, puede ser decepcionante cuando tiene que interpretar el color de un plato de comida en un restaurante o la piel de una persona en el modo retrato. En malas condiciones de luz puede dar resultados trepidados o aberraciones cromáticas, y tira de un excesivo enfoque artificial. A veces es una cámara extraordinaria, pero no es la cámara consistente que podría ser con algunos ajustes.

Mi esperanza es que estos ajustes acaben llegando porque Motorola está haciendo las cosas muy bien en el apartado del software. La aplicación de cámara tiene una interfaz sencilla, pero está cargada de opciones, como el modo pro, el ajuste de desenfoque, la captura dual (para tomar la foto con la cámara frontal y trasera a la vez) o el color selectivo (para hacer fotos y vídeos en blanco y negro con un objeto de color).

La cámara principal graba vídeo 8K a 30 fps y 4K en HDR10+ (aunque no es fácil compartir un vídeo HDR sin que pierda los colores). El gran angular de 50 MP es convincente, pero el teleobjetivo de 12 MP es casi anecdótico. Es algo común en estos teléfonos de gama alta que no llegan al precio de los premium: una de las tres cámaras traseras no da la talla. La cámara frontal, en cambio, tiene un sensor Omnivision OV60a de 60 MP que va sobrada de detalle, aunque sufre de problemas similares a la principal en interpretación de color.

El Edge 30 Ultra tiene un lector de huellas endiabladamente rápido. Basta con posar el dedo sobre la pantalla para desbloquearlo, lo que, sumado a su pantalla de 144 Hz, hace que parezca instantáneo. También admite desbloqueo facial con la cámara frontal, igualmente rápida, pero con tendencia a fallar por la noche.

El teléfono integra ThinkShield, los servicios de asistencia técnica y protección para empresas de Lenovo, y es compatible con Ready For, el Samsung DeX de Motorola. El Ultra conectarse a un televisor de forma inalámbrica o por cable para transformarse en un ordenador de escritorio con una interfaz de ventanas. Este modo no solo te permite abrir aplicaciones de Android en una pantalla grande, sino conectar un mando Bluetooth y jugar como en una consola. Lo hemos probado en un televisor de 55 pulgadas y funciona muy bien. No confundir con Ready For PC, un programa de Motorola para Windows que facilita la transferencia de archivos entre el teléfono y tu ordenador.

Por su precio, de 900 euros en España, 27.000 pesos en México y 260.000 pesos en Argentina, el Motorola Edge 30 Ultra podría ser una opción interesante entre los flagships del ecosistema Android, sobre todo si se encuentra con algún descuento (ahora mismo, se puede comprar en Amazon.es por 745 euros , en Argentina su precio es de 260.000 pesos en la web de Motorola ). Destaca, sobre todo, por su rendimiento y esa carga rápida con un cargador bestial que incluye en la caja, una rareza en los tiempos que corren.